¿Sabías que los medicamentos caducos se consideran residuos peligrosos debido a su potencial toxicidad al llegar al final de su vida útil? Es importante seguir las reglas para desechar medicamentos vencidos correctamente, para proteger la salud y el medio ambiente.
En México, existen normativas específicas para el desecho de medicamentos que todos, desde las farmacias hasta los consumidores, debemos cumplir. Sin embargo, no muchas personas están al tanto de estas y muchas veces, los medicamentos se tiran a la basura o al drenaje, causando contaminación en el suelo, el agua y el aire.
Según la Cofepris, en 2021 se estimó que alrededor de 12 millones de medicamentos caducos no son recogidos por las autoridades sanitarias. Esta estimación se basa en datos del 2015.
De ese total, el 30% termina siendo desviado al mercado ilegal, es decir, a lugares no autorizados para la venta de medicamentos, como tianguis y mercados. Se estima que en el mercado ilegal se comercializa aproximadamente el 6% de todos los medicamentos vendidos en el país, de los cuales el 30% son medicamentos caducos.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Industria Farmacéutica, cerca de 8 millones de personas consumen medicamentos adquiridos en tianguis. Se calcula que el valor total del mercado negro de fármacos en México oscila entre 13 mil millones y 30 mil millones de pesos.
La Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos clasifica los medicamentos caducados, deteriorados o no conformes, junto con sus envases primarios, como residuos peligrosos. Por lo tanto, su eliminación debe cumplir con los procedimientos establecidos en la regulación sanitaria y ambiental vigente.
Es esencial identificar y almacenar estos medicamentos en contenedores herméticos e impermeables. Se recomienda no mantenerlos en los establecimientos por más de un año y seis meses después de su fecha de caducidad.
Es crucial evitar que estos productos terminen en el comercio ilegal, ya que esto podría afectar la salud de las personas. Por lo tanto, es importante desecharlos con cuidado y tampoco tirarlos en el drenaje o la basura, puesto que esto contaminaría el medio ambiente.
Con la finalidad de darles un tratamiento adecuado, se han implementado planes de manejo de residuos peligrosos. Uno de estos consiste en instalar contenedores especiales que evitan que los productos se vendan en el mercado ilegal.
En México, existen varios lugares donde se pueden depositar los medicamentos caducos. A continuación, se presentan algunas opciones:
En México, la iniciativa SIGRE (Sistema Integral de Gestión de Residuos de Envases y Medicamentos) tiene como objetivo recoger y reciclar los envases y restos de medicamentos en farmacias y centros de salud.
Las farmacias también pueden recolectar medicamentos vencidos de los hogares si están en un programa aprobado por la autoridad sanitaria y cumplen con los requisitos necesarios. Sin embargo, los establecimientos aún deben encargarse de manejar correctamente los desechos que producen cada día, incluyendo la eliminación de materiales vencidos según las leyes actuales.
La destrucción de medicamentos asegurados por la autoridad sanitaria requiere su autorización previa. Los lugares deben tener áreas especiales para guardar residuos. Estas áreas deben estar identificadas y tener acceso limitado. Los residuos se preparan para ser quemados, desactivados o confinados, según lo indicado por la SEMARNAT.
La disposición final de medicamentos necesita autorización de la incineradora. También se requiere registro en SEMARNAT. Además, es necesario coordinarse con la autoridad sanitaria para la recolección y transporte de residuos. Por último, se debe entregar documentos después de la destrucción para finalizar el procedimiento.
Es importante destacar que los medicamentos controlados deben ser debidamente registrados y gestionados según los lineamientos de la Cofepris o la autoridad sanitaria estatal. Además, los envases vacíos también deben ser tratados y gestionados de acuerdo con los procedimientos establecidos para evitar un uso indebido de los mismos.
Referencias
[1] Farmacopea.
[2] Estudio de caso de Ana J. Villagrán Villasana.