Las diferentes modalidades de comercio global han revolucionado la forma en que hacemos negocios y han creado oportunidades que generan un impacto positivo en diferentes industrias. Uno de estos modelos, conocido como pool de compra o compra en grupo, ha encontrado un espacio propicio en la industria farmacéutica y está cambiando significativamente su panorama.
En este artículo, nos sumergiremos en este fascinante mundo, analizando casos de éxito como las Group Purchasing Organizations (GPO) de Estados Unidos y la Federación Brasileña de las Redes Associativistas e Independientes de Farmacias (Febrafar) de Brasil.
Para comenzar, es esencial que entendamos qué es un pool de compra. En términos sencillos, es una estrategia de negocios donde varias empresas se unen para comprar bienes en grandes cantidades, lo que les permite negociar precios más bajos con los proveedores, reduciendo así los costos. Esta técnica ha demostrado ser particularmente útil para las farmacias, que pueden beneficiarse al comprar medicamentos en cantidad a precios más bajos.
Las GPO de los Estados Unidos son un ejemplo perfecto de lo que las organizaciones de compra en grupo pueden lograr. Surgieron a principios del siglo XX con el objetivo de ayudar a las farmacias a ahorrar dinero en la compra de medicamentos y otros productos relacionados. Desde entonces, han evolucionado de manera constante: hoy, casi todas las farmacias y hospitales de los Estados Unidos compran de alguna manera a través de una GPO.
Otra ventaja de las GPO es que ellas negocian contratos con fabricantes y distribuidores en nombre de diversas farmacias, independientemente de su tamaño. Lo que significa que los proveedores deben ofrecer los mismos precios a todas las farmacias de la GPO, sin importar si pueden pedir muchos productos o no.
Ahora, dirijamos nuestra mirada hacia Brasil, donde la Febrafar ha jugado un papel similar en el apoyo y la evolución de la industria farmacéutica local. Febrafar fue fundada en el año 2000 y ha crecido para ser una entidad importante en Brasil que agrupa redes de farmacias en el país.
Al igual que las GPO, su objetivo es ayudar a estas farmacias a obtener mejoras en los costos a través de compras agregadas. Ante tales escenarios de éxito, no podemos evitar preguntarnos: ¿Por qué no existen estos grupos de compra en Argentina?
No es ningún secreto que la industria farmacéutica argentina es una de las más tradicionales y fuertes del mundo, con laboratorios nacionales que tienen un control determinante sobre el mercado. Estos laboratorios éticos, cuya característica principal es la producción de medicamentos de patente o de marca, han logrado establecer un panorama monopolizado, donde iniciativas de compras en grupo se desmoronan ante su presencia.
Entonces, ¿podría existir una resistencia organizada por parte de los grandes laboratorios de Argentina que prevenga la formación de grupos de compra que podrían desafiar su posición dominante? Este es un tema que requiere un análisis detallado y cuidadoso. Por ahora, lo que es indiscutible es que existen retos singulares en la industria farmacéutica argentina que requieren soluciones innovadoras.
¿Podrán algún día los grupos de compras prosperar en Argentina? El futuro es incierto, pero una cosa es segura: la industria farmacéutica es un campo en constante evolución. Y como con cualquier evolución, el cambio, aunque a veces lento, es inevitable.
Más allá del panorama actual y su diversidad de retos, es importante subrayar que la implementación exitosa de los grupos de compra cuenta con potencial para generar una serie de beneficios incorporados. Por un lado, pueden aumentar significativamente la rentabilidad de las farmacias independientes al proporcionarles un mayor poder de negociación. Por otro lado, esos beneficios pueden trasladarse directamente al consumidor final, que podría disfrutar de medicamentos de alta calidad a precios más bajos. En definitiva, los grupos de compra tienen el potencial de mejorar la calidad de vida de millones de argentinos.
¿Serán los grupos de compra la vía para un cambio positivo en la industria farmacéutica argentina? El tiempo lo dirá, pero cualquier cambio para mejorar la salud y el bienestar de los ciudadanos es un paso hacia la dirección correcta.
Mientras tanto, me despido con la esperanza de que, independientemente de los desafíos que enfrenten, Argentina y sus farmacias encontrarán el camino hacia el éxito.